La Agencia Espacial Europea (ESA) ha lanzado esta madrugada un nuevo satélite de observación al espacio que se prevé tenga un importante papel en la investigación y monitoreo del cambio climático.Hasta por lo menos 2012 el satélite europeo SMOS, lanzado desde el Cosmódromo de Plesetsk, en Rusia, medirá la concentración salina de los océanos y la humedad de los continentes en el planeta. Desde una altura promedio de 758 kilómetros y con ayuda de 69 antenas de microondas, el satélite suministrará informaciones de la tierra y el agua.
De la misión, que tiene un coste de 315 millones de euros (463,7 millones de dólares), los investigadores esperan sobre todo nuevos conocimientos sobre el ciclo hidrológico. El intercambio de agua entre la atmósfera, los océanos y la Tierra es uno de los factores que supuestamente determinan el tiempo y el clima."La corriente del Golfo calienta el norte de Europa con una energía que es comparable a la generada por 100.000 centrales nucleares", dijo Volker Liebig, el director de programas de observación de la Tierra de la ESA.
Para la investigación sobre el clima, argumentó, es sumamente importante comprender mejor la circulación de los océanos.
Los datos sobre la humedad del suelo deberán ayudar, entre otros, a mejorar el pronóstico de fenómenos climáticos extremos y su impacto ambiental. Por ejemplo, si el suelo se encuentra muy húmedo, sólo puede absorberse poca agua en caso de precipitaciones intensas. Las consecuencias pueden ser graves inundaciones.El satélite SMOS dará 14 vueltas a la Tierra por día. A causa de la rotación terrestre, cubrirá así poco a poco toda la superficie de la Tierra.


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